Cuando el viento
mueve las nubes para desvelar qué hay detrás, pero el resto de nubes, ansiosas,
se apelotonan contra el misterio por morbo y casi por hobby.
Y al final, lo único que hay tras esas nubes, es un trozo de cielo azul idéntico al que había cinco metros más a la izquierda.
Y al final, lo único que hay tras esas nubes, es un trozo de cielo azul idéntico al que había cinco metros más a la izquierda.
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